29 de mayo de 2008

El Premio PASOS y la igualdad entre cofrades


La celebración en Cartagena del I Encuentro Nacional de Mujeres Cofrades en el año 2005 nos ofreció la oportunidad de realizar una intensa reflexión sobre la situación de la mujer en las cofradías y hermandades de penitencia de nuestro país, pudiendo analizar y conocer el nivel de participación femenina en las instituciones que hacen posible la Semana Santa, y los impedimentos que la mujer aún encuentra a la hora de acceder a una labor activa como cofrade.

La Asociación Mujeres Cofrades de Cartagena, organizadora de este Encuentro, tuvo tras su realización la iniciativa de instituir un premio de ámbito nacional, que otorgara un reconocimiento que valorara las actuaciones realizadas por hermandades, cofradías e instituciones cofrades, a favor de la incorporación de la mujer en ellas. Esa fue la génesis del Premio PASOS, cuya finalidad es proclamar el acceso de la mujer como cofrade, desde la igualdad, para que ninguna cofradía o hermandad de penitencia de nuestro país impida la participación activa la mujer, y que todos los cofrades, hombres y mujeres, puedan desarrollar las mismas labores y responsabilidades en nuestras cofradías con idénticos derechos y obligaciones.

Las numerosas candidaturas recibidas en las tres ediciones convocadas hasta la actualidad para optar a este premio, nos anima a las componentes de esta Asociación a continuar trabajando hasta conseguir que aquellos que todavía se mantienen reacios a admitir a la mujer como cofrade de pleno derecho, reflexionen sobre la posibilidad de modificar esa actitud.

Inmersos en el siglo XXI, aún existen cofradías y hermandades que se cuestiona la posibilidad de acoger la participación de mujeres en ellas. Por ejemplo en la ciudad de Zamora, en la presente Cuaresma, La Hermandad de Penitencia del Stmo. Cristo del Amparo, conocida popularmente como “Las Capas Pardas” ha rechazado la petición de ingreso de una mujer en ella. Negativa que se produce a pesar de que esta solicitud contaba con el visto bueno del Obispo de su Diócesis, y de que no exista impedimento alguno reflejado en sus estatutos, que hagan referencia a la imposibilidad de incorporación de mujeres como hermanas de pleno derecho.

En esa ciudad, que cuenta con diecisiete cofradías y hermandades de penitencia, la mujer solo es admitida en seis de ellas, y otras dos acogen secciones de damas, participando también hombres en una de estas. Es decir, en pleno siglo XXI, en la Semana Santa de Zamora, todavía existen nueve cofradías que no permiten la incorporación y participación de mujeres como cofrades.

Esto resulta inaceptable si tenemos en cuenta que el nuevo Código de Derecho Canónico, dictado por Juan Pablo II en 1983, y modificado en 1986, obliga la adaptación de los reglamentos y estatutos de toda hermandad y cofradía respecto a este tema.

Precisamente gracias a las modificaciones realizadas en el Derecho Canónico a finales del pasado siglo, las Hermandades ganadoras del Premio PASOS en sus ediciones 2007 y 2008, la de Jesús Divino Obrero de León, y Siete Palabras de Zamora, consiguieron admitir a mujeres como hermanas de pleno derecho en ellas. Opción que quisieron reflejar en sus estatutos desde su origen, y que no pudieron plasmar al recibir la desaprobación sobre este aspecto por parte de la Iglesia.

Aún así, muchas cofradías siguen siendo reacias a aceptar la plena participación y equiparación de los derechos para las mujeres en ellas.


Afortunadamente en la Semana Santa cartagenera, en la actualidad la mujer puede desarrollar una labor activa y comprometida en todas sus cofradías. Desde hace años es una realidad que las mujeres puedan participar como penitentes en los tercios que conforman sus procesiones, y que numerosas cofrades ostenten cargos de responsabilidad. Incluso dos de los tronos que forman parte de sus cortejos, son portados sobre los hombros de damas portapasos.

Sin embargo, superada la plena participación de la mujer en nuestra Semana Santa, algunas de sus agrupaciones tienen aún pendiente permitir a las cofrades procesionar ante su grupo o imagen titular, a pesar de que en ellas la mujer esté integrada desde hace años. Agrupaciones que acogen tanto a mujeres como a hombres entre sus componentes, formando incluso parte de sus juntas directivas. Aún así sólo se permite su participación en los tercios femeninos creados para procesionar ante advocaciones filiales a ellas, y no ante su titular, acogiéndose al argumento de que por tradición su tercio titular siempre ha sido masculino, o que los tercios mixtos perjudican, a su entender, el característico orden de nuestras procesiones.

A pesar de ello este premio no tiene un carácter local, ya que a él no pueden optar, según sus bases, ninguna de las agrupaciones, cofradías o instituciones cofrades cartageneras, pudiendo solo ser otorgado a una cofradía, hermandad o institución cofrade de nuestro país que no resida en Cartagena. Peculiaridad que fue especialmente valorada por el presidente del Consejo General de Hermandades y Cofradías de la Archidiócesis de Barcelona, primer Premio PASOS concedido en el año 2006, sobre el que apuntó que es el único premio cofrade que destierra el localismo al que tan acostumbrados están los reconocimientos que se realizan dentro del ámbito de la Semana Santa.

El elevado número de candidaturas presentadas al Premio PASOS, pone de manifiesto que hay muchas hermandades y cofradías trabajando por la igualdad entre hombres y mujeres, algo que es absolutamente necesario si queremos perpetuar la presencia y actividad de estas instituciones en una sociedad como la actual, tan desprovista de valores espirituales.

Conseguir la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres a la hora de elegir la forma de expresa nuestra fe como cofrades, ha sido la finalidad buscada por la Asociación de Mujeres Cofrades de Cartagena al instituir este premio.

Finalidad que ha sido avalada por sus candidatas, como la Cofradía de Nazarenos de la Santa Cruz, de Puente Geníl (Córdoba), que opinaba al aportar su documentación que: “este premio podía servir para que con el tiempo, las mujeres que nos sentimos cofrades en toda España, podamos tener los mismos derechos y deberes que los hombres dentro de nuestras hermandades"; o como la Venerable Cofradía de la Preciosísima Sangre de Ntro. Sr. Jesucristo, de Valladolid, candidata al Premio PASOS en su segunda edición, que manifestaba que la constitución de este premio tiene un claro fundamento que justificaba con estas palabras: “Las Cofradías hemos de ser foco de unión, esperanza y ejemplo de modo de vida, llevando a nuestros hogares las enseñanzas diarias que nos da el Maestro. Hombres y mujeres somos iguales ante Él, seámoslo también ante nosotros mismos”.

Somos conscientes de que aún faltan por dar muchos PASOS hasta concienciar a todos los componentes de nuestras cofradías y hermandades sobre la necesidad de implantar la igualdad entre hombres y mujeres a la hora de ejercer nuestra labor y participación como cofrades, y que queden de una vez desterrados absurdos argumentos que incomprensiblemente rechazan la participación activa de la mujer a la hora de promover como cofrades el culto público de los misterios de la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor en la Semana Santa.

María Victoria Botí Espinosa

Fotos: María Dolores Vilar Albaladejo, de la exposición “Cofrades”, organizada por la Asociación Mujeres Cofrades de Cartagena