La Hermandad de Jesús Divino Obrero concurría en 2007 por segundo año consecutivo a la convocatoria de este premio, demostrando con ello su compromiso por conseguir equiparar los derechos y deberes de los hermanos y hermanas que la componen.
Como ellos mismos afirmaban en su
candidatura, “a pesar de que llevamos ya
dos décadas desde la reforma de las normas canónicas que equiparaban a hombres
y mujeres como cofrades, aún resta mucho por hacer”. “No debemos cejar en ese empeño, que sin lugar a dudas tanto nos ha
aportado”.
Entre el año 1981 y 1982 su Junta
Directiva tomo la importante decisión de trabajar sobre la posibilidad de que
sus hermanas adquirieran los mismos derechos y deberes que sus hermanos, y
pudieran así procesionar con túnica, y también formar parte de su Junta
Directiva.
Realizaron para ello diversas
consultas a su consiliario quien transmitió a la diócesis su proyecto,
recibiendo desde el palacio episcopal la respuesta de que según el Derecho
Canónico dicha reforma no podía llevarse a cabo.
A pesar de ello su Junta Directiva
preparó un proyecto de estatutos donde se recogía que tantos hermanos como
hermanas podían tener los mismos derechos y deberes en el seno de esta
Hermandad, enviando dicho proyecto a las autoridades episcopales que no
aprobaron las modificaciones propuestas, por no atenerse a las normas emanadas
del Derecho Canónico.
Si bien esta negativa frenó sus
intentos, sus intenciones siguieron latentes esperando el momento en el que las
autoridades eclesiales reformasen las normas canónicas en este aspecto.
Por fin en 1986 llega la tan
ansiada reforma del Código de Derecho Canónico, y la Hermandad de Jesús Divino
Obrero es la primera congregación de la Semana Santa leonesa que envía a su
Obispado, para su ratificación, unos estatutos donde hombres y mujeres están
equiparados en sus deberes y derechos, siendo efectivo dicho cambio desde la
Semana Santa de 1987.
Años después una de sus hermanas se
apuntaría al paso de “Las Tres Marías” como bracera del mismo, siendo la
primera bracera de la Hermandad y a su vez de toda la Semana Santa leonesa.
En las últimas décadas muchas
hermanas se han unido a esta Hermandad, desempeñando en ella diversas funciones
en las diferentes secciones en las que se articula su corporación,
incorporándose también para servir a la misma desde diversos puestos directivos.
Todo estos hechos la hicieron merecedora del Premio PASOS 2007.