La Cofradía del Paso Blanco de Lorca desde su origen ha apostado por la participación activa de la mujer como cofrade, a la que está incorporada en todas y cada una de sus estructuras.
En el año 1855 el primer
grupo Bíblico de la Semana Santa lorquina, la Entrada en Jerusalén, creado por
el Paso Blanco, contó con la presencia de mujeres de esta cofradía.
Desde 1968 la
incorporación de las cofrades en su junta de gobierno permitió a ‘las cofrades blancas’ formar parte de la
toma de decisiones, participando activamente como portapaso, de forma conjunta
con los hombres, desde el año 1995, formando parte de los tronos mixtos de San
Juan Evangelista y del Santísimo Cristo del Rescate. En el año 2001 creó un
grupo exclusivamente femenino para cargar el trono de la Santa Mujer Verónica,
primer grupo femenino de cargadoras de la Semana Santa de Lorca, y desde 2008
la Santísima Virgen de la Amargura es portada también de forma mixta por
hombres y mujeres.
Esta cofradía, que había
presentado su candidatura al Premio PASOS en dos ediciones anteriores,
manifestaba que su participación era una forma más de contribuir como ejemplo
por la labor que a lo lago de su historia había realizado a favor de la
integración de la mujer en términos de igualdad dentro del mundo cofrade, tanto
en la Semana Santa de Lorca como en el ámbito cofrade nacional.
Una cofrade blanca, tras
conocer la concesión del Premio, comentó a esta asociación que las cofrades blancas se sentían muy
orgullosas de la labor que como cofrades podían desarrollar dentro del Paso
Blanco: “Hasta hoy, el camino ha sido
largo, pero gracias a Dios, a nuestra Virgen de la Amargura, y al trabajo que
durante generaciones han hecho las mujeres y los hombres de este paso, a día de
hoy podemos decir que dentro de nuestro paso podemos hacer, decir y llegar al
mismo sitio que cualquier hombre, y si este premio sirve para ayudar a otras
cofradías a demostrar que se puede. Ahí estaremos siempre”.
Recientemente, en la
Semana Santa de 2022, por vez primera vez en su historia el Paso Blanco puso
sobre la arena de la carrera tres cuadrigas seguidas en veloz carrera guiadas
por mujeres: Santa Clara, la madre del emperador Constantino, Fausta, esposa de
éste y madre de sus herederos, y Valeria Maximila, esposa del emperador
Majencio, que escenificaron el poder y el esplendor del Imperio Romano, dejando
sin aliento a los numerosos espectadores que cada año presencian los
espectaculares Cortejos Bíblico Pasionales de la Semana Santa lorquina.
La destacada y activa
participación de la mujer desde su origen en el Paso Blanco de Lorca fue lo que
hizo merecedora a esta cofradía del Premio PASOS 2009, cuarta edición de este
galardón.